
El suelo pélvico es un conjunto de músculos que sostiene órganos tan importantes como la vejiga, el útero y el recto. Pero su función va mucho más allá: también tiene un papel esencial en tu vida sexual.
Cuando estos músculos están fuertes y flexibles, favorecen una mejor lubricación, aumentan la sensibilidad durante las relaciones y potencian la intensidad de los orgasmos. Además, ayudan a prevenir problemas comunes como la incontinencia urinaria, la sensación de pesadez o ciertas molestias ginecológicas.
La buena noticia es que puedes entrenarlo y cuidarlo a cualquier edad. Existen ejercicios muy sencillos, como los conocidos “Kegel”, así como técnicas personalizadas que puede recomendarte un especialista en sexualidad.