La cistitis intersticial (CI), la vejiga hiperactiva y otras cistopatías crónicas inflamatorias, pueden compartir una causa común en su origen o en su cronicidad: un exceso de histamina en los tejidos.
La histamina es una sustancia química presente en algunas células del organismo y que es la responsable de muchos de los síntomas de las alergias, como erupción cutánea y picor, ojos rojos, lagrimeo, congestión, flujo nasal, tos, estornudos y alopecia, entre otros.
Si padeces de CI, ya sabrás, que el origen de la enfermedad permanece poco claro. Se cree que la causa de la CI probablemente sea multifactorial, o que sea un síntoma de diferentes procesos, más que una enfermedad propia.
Lo más consistente hasta ahora parece ser un aumento de las células productoras de histamina, los mastocitos, en la pared de la vejiga de las personas que la padecen, por distintas causas o factores, generando inflamación, disfunción del urotelio (el tejido de recubrimiento de la vejiga) y un aumento de la permeabilidad de los componentes urinarios, lo que conduce a los síntomas urinarios y al dolor.
Esto se apoya científicamente en:
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Los mastocitos presentes habitualmente en las biopsias de la pared vesical de pacientes con CI.
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El comportamiento inmunológico anormal en la vejiga de los pacientes con esta enfermedad, con una secreción alterada de distintas citocinas (interleucinas 2, 6 y 8).
En medicina se sabe que el exceso de histamina y la activación excesiva de los mastocitos son causas frecuentes de diferentes síntomas digestivos, cutáneos, neurológicos, musculares y uro-ginecológicos como la CI, el síndrome uretral femenino, el síndrome de vestibulitis vulvar y también el dolor menstrual.
Este exceso de histamina puede aparecer por varias causas adquiridas o congénitas:
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Por disbiosis intestinal (exceso de microbios patógenos productores de aminas, como ocurre en el exceso de Cándida patógena, conocido como SIFO).
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Por exceso de activación mastocitaria (por factores como exposición a metales pesados y productos químicos de perfumes o productos de limpieza, micotoxinas, déficits nutricionales y otros).
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Por déficit o mal funcionamiento de algunas enzimas como la DAO (diaminooxidasa) o la HNMT (histaminia-N-metil-transferasa) que son las responsables de eliminar la histamina en nuestras células y tejidos.
Desde este punto de vista, tus síntomas y tu evolución podrían mejorar con aquellas medidas que bajen la inflamación, la histamina y la actividad de los mastocitos:
Alimentación:
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Evita o reduce alimentos ricos en histamina y los liberadores de histamina (conservantes, potenciadores del sabor, edulcorantes artificiales y otros aditivos químicos).
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Aumenta los alimentos antinflamatorios y los ricos en quercetina (espinacas, brócolis, manzanas, arándanos, granos integrales, trigo sarraceno, avena, arroz integral, quinoa, nueces, almendras, semillas de girasol, té verde y especialmente en las capas externas de la cebolla roja).
PRINCIPALES ALIMENTOS QUE AUMENTAN LA HISTAMINA: carnes y embutidos, lácteos y derivados, conservas, mariscos, tomates, judías, garbanzos, fermentados alcohólicos y de soja, alimentos procesados o precocinados, levaduras artificiales y aditivos químicos (conservantes, colorantes, potenciadores del sabor), comida recalentada (especialmente con microondas).
ALIMENTOS ANTIINFLAMATORIOS Y CALMANTES DE DOLOR: Vinagre de manzana, remolacha, vegetales crucíferos, col rizada, lechuga romana, hojas de achicoria, lechuga de hoja roja, repollo, brotes, espárragos, guisantes, cebolla roja, ajo, frutas (uvas rojas, manzanas, melocotones, arándanos, ciruelas negras, cerezas, grosellas negras, piña).
ALIMENTOS INFLAMATORIOS: carnes procesadas, azúcares añadidos, hidratos de carbono refinados, alimentos ultrapocesados, grasas trans, alcohol, aceite de girasol y maíz refinados, edulcorantes artificiales, gluten.
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Hidratación oral de unos 2 litros al día (ayúdate con Infusiones que ayudan a desinflamar la vejiga: de arándanos, de manzanilla, de tomillo, té de piña...).
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Plantas medicinales que son bloqueadores naturales de histamina y estabilizadores de mastocitos: cúrcuma, manzanilla, mangostán, cola de caballo, comino negro, clavo, menta, cilantro, tomillo, jengibre, cebolla, nigella sativa, albahaca santa.
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Suplementos: quercetina (250-500 mg, 20-30 min antes de cada comida, 1 antes de acostarse), probióticos bifidus maximus (degradan histamina), cordyceps, ashwagandha, pastillas con la enzima DAO.
Medidas y terapias de estabilización inmunológica en tu estilo de vida:
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Dormir: trata de dormir lo suficiente (la mayoría de los adultos necesitan dormir entre siete y ocho horas cada noche).
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Ejercicio: realiza al menos 30 minutos de actividad física la mayoría de los días de la semana (de intensidad moderada durante un mínimo de 30 minutos 5 días por semana o de intensidad alta durante un mínimo de 20 minutos 3 días por semana).
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Sauna de Infrarrojos, aire fresco, técnicas de relajación (respiración profunda, masajes, taichí, aromaterapia, hidroterapia, yoga, meditación...) y activación del nervio vago.
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Disminuir la exposición a tóxicos ambientales, metales pesados (mercurio, aluminio plomo, arsénico...) y disruptores químicos.
Medicamentos más comunes:
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Estabilizadores de mastocitos: cromoglicato sódico al 4% (agente estabilizador de mastocitos que inhibe la liberación de histamina).
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Antihistamínicos (hidroxicina, cimetidina...).
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Corticoides.
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Amitriptilina: es un antidepresivo que se receta para bloquear el dolor, tiene un efecto antihistamínico potente, que es el responsable de su efecto sedante y de su capacidad para reducir los espasmos vesicales.
