Alimentación
Durante el embarazo la alimentación debe ser completa y variada para conservar tu salud y la de tu hijo. A lo largo del embarazo tu peso debe aumentar entre 9 y 13 Kg.
La cantidad de alimentos y las calorías que necesitas depende de factores como tu peso antes del embarazo, edad y la rapidez con la que aumentas de peso. Si tienes un peso adecuado, no necesitas calorías adicionales en el primer trimestre, aproximadamente 340 calorías adicionales al día en el segundo trimestre y aproximadamente 450 calorías adicionales al día en el tercer trimestre.
Durante el embarazo, necesitas más vitaminas y minerales como ácido fólico, hierro y calcio. Sea la alimentación que hagas normalmente, has de asegurarte de que estás consumiendo calcio, hierro, proteínas, vitamina B12, vitamina D y otros nutrientes necesarios en cantidad suficiente. Es muy importante obtener la cantidad adecuada de ácido fólico para ayudar a prevenir defectos de nacimiento.
La mayoría de los profesionales de atención médica les recomiendan a las mujeres embarazadas que tomen una vitamina prenatal todos los días y que consuman alimentos, meriendas y bebidas saludables como:
frutas y verduras (aportan vitaminas y fibra, para evitar estreñimiento)
cereales integrales, como avena, pan integral y arroz integral (aportan fibra, vitaminas B y otros nutrientes necesarios)
leche y productos lácteos bajos en grasa o descremados, leche de soja, almendra, arroz u otras bebidas con vitamina D y calcio agregados en yogur o queso fresco.
proteínas de fuentes saludables, como frijoles y guisantes, huevos, carnes magras, pescados y mariscos con bajo contenido de mercurio,nueces y semillas sin sal, si no hay alergias o intolerancias.
Otras recomendaciones son:
Que los alimentos, como la carne o el pescado, sean cocinados a la plancha, al horno, hervidos o al vapor, sobre todo si existe un aumento de peso excesivo.
Reducir el consumo de los alimentos con excesiva cantidad de grasa de origen animal, como tocino, mantequilla, embutidos, etc.
Reducir el consumo de los alimentos con mucho azúcar, como pasteles, dulces, especialmente aquellos prefabricados, caramelos, chocolate, etc.
Ciertos alimentos y bebidas pueden ser nocivos para el bebé si se ingieren durante el embarazo. He aquí una lista de cosas que debes evitar:
Cafeína. limita las bebidas con cafeína a menos de 200 mg por día, no es necesario que se elimine por completo de la dieta. Uno o dos cafés diarios no son perjudiciales.
Pescados que podrían tener altas concentraciones de mercurio: ciertas especies contienen cantidades de Metil-Mercurio que, consumidas a dosis superiores a los 100 gramos por semana, superarían la dosis máxima tolerable y podría ser nociva para el feto. Los pescados no recomendados son: emperador, atún rojo (Thunnus Thynnus, especie grande de unos 550 kg), lucio, tiburón, caballa gigante, marlín, pargo rojo, pez espada y blanquillo. Pescados seguros durante el embarazo: Atún de aleta amarilla (el que habitualmente se encuentra en el mercado y en las latas de atún), bonito y otras especies de atún distintas del atún rojo, bacalao, salmón y camarones.
Alimentos que podrían causar enfermedades a ti o a tu bebé (de virus, parásitos o bacterias como Listeria o E. coli):
Evitar los productos lácteos sin pasteurizar, así como los quesos confeccionados con leche no pasteurizada. Se puede tomar cualquier tipo de queso en cuyo etiquetado figure que se ha elaborado con leche pasteurizada.
Igualmente se debe evitar el paté de hígado fresco, en general los patés o pastas de untar precocinadas refrigeradas y los alimentos precocinados sin calentar (por ejemplo, salchichas): pueden contener la bacteria listeria.
Sí pueden tomarse patés o pastas de carne para untar enlatados o con estabilidad en su almacenamiento. No debes tomar marisco ahumado refrigerado, a menos que esté cocido, como, por ejemplo, en un guiso.
Sin embargo, sí puedes tomar marisco ahumado enlatado o con estabilidad en almacenamiento (no refrigerado).
Recordar que los huevos crudos, carne, pescado y marisco crudos o poco cocidos pueden contener salmonela u otros organismos que pueden causar intoxicación alimentaria.
Alcohol, tabaco y drogas
Durante el embarazo debes evitar las bebidas alcohólicas y el consumo de otras drogas por ser perjudiciales para ti y, especialmente, para tu hijo. Igualmente resulta nocivo el consumo de tabaco, por lo que, si eres fumadora, puede ser una buena ocasión para dejar de fumar. Si no pudieras alcanzar este objetivo intenta al menos no superar la cantidad de cinco cigarrillos al día.
Medicamentos y radiaciones
Debes evitar tomar cualquier tipo de medicamento durante el embarazo, salvo que te lo haya aconsejado tu médico.
El paracetamol es un disruptor endocrino, un fármaco capaz de interferir en la actividad normal de las hormonas y afectar al correcto funcionamiento corporal. Algunos estudios realizados en mujeres embarazadas han evidenciado que este fármaco tiene efectos urogenitales y reproductivos en el feto y pueden causar efectos en el neurodesarrollo incluso a niveles bajos( trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastorno del espectro autista (TEA), retrasos lingüísticos, o que tenga un cociente intelectual más bajo respecto a la media.
Un documento que se presentó recientemente por investigadores de Europa y América con la evidencia científica disponible actual, recomienda a las mujeres embarazadas utilizar el paracetamol bajo indicación médica, no utilizarlo para tratar afectaciones leves como el dolor de espalda, y utilizarlo en la dosis mínima y durante el menor tiempo posible (precaución con este medicamento especialmente durante el primer trimestre de embarazo).
Puedes consultar más sobre otros disruptores hormonales en el blog Atención Xenoestrógenos, de enero de 2023.
Pruebas radiológicas La exposición a radiaciones (rayos X) puede ser peligrosa para tu hijo, por lo que solamente deberán realizarse las radiografías estrictamente necesarias y/o autorizadas por un médico. Sin embargo, lo habitual es que no tenga repercusión, aunque en alguna ocasión la radiación ionizante sí puede ser causa de aborto sobre todo en momentos muy iniciales. Si has sido sometida a radiografías o a otras pruebas radiológicas como un TAC, coméntalo con tu ginecólogo para que te realice un seguimiento ecográfico adecuado.
Higiene, vestido y calzado
Cuida tu higiene personal. Es recomendable la ducha diaria, ya que durante la gestación aumenta la sudoración y el flujo vaginal. Son preferibles las duchas a los baños y siempre a temperaturas suaves. Hidrata bien la piel, no utilices desodorantes con alcohol ni jabones excesivamente fuertes. Los pechos no necesitarán cuidados adicionales.
Cuidado dental: durante el embarazo es esencial una correcta higiene dental debido a un desequilibrio de la flora bacteriana bucal a causa de las hormonas del embarazo. Esta alteración puede producir dolor, inflamación y sangrado de las encías, lo que se denomina una gingivitis. Deberás cepillar tus dientes regularmente para evitar cualquier tipo de infección y realizar revisiones una vez al año y en caso de detectar anomalías acudir al dentista para proceder al diagnóstico y tratamiento de la patología dental, porque un foco de infección no tratado puede ser perjudicial afectando al embarazo.
Utiliza vestidos cómodos y holgados. El calzado debe ser confortable; evita tanto los zapatos con tacón alto como los excesivamente planos. Los vestidos deben ser amplios y cómodos, sin oprimir. La ropa interior se aconseja que sea de algodón o fibras naturales, ya que favorecen la transpiración corporal. Las medias es conveniente que sean hasta la cintura, autoajustables y elásticas, de tal manera que favorezcan la circulación venosa. Si llevas calcetines, evita que sean excesivamente ajustados, sobre todo a nivel de la rodilla (las medias y calcetines que causen compresión local de la pierna pueden favorecer el desarrollo de varices).
No utilices fajas, salvo en aquellos casos en que esté indicada (la faja puede atrofiar la musculatura abdominal, por lo que no es necesario su empleo, salvo en los casos en que un médico lo aconseje). Si es necesaria, se utilizará una faja específica para embarazadas.
Trabajo
Durante el embarazo puede desarrollar su trabajo habitual, siempre que no cause fatiga física o psíquica excesiva, hasta el octavo mes de gestación. A partir de este momento debe reducir la actividad física, siendo recomendable el descanso laboral en las últimas semanas de gestación. No es aconsejable que en su trabajo maneje productos tóxicos o esté expuesta a radiaciones.
Deportes
Durante el embarazo la mujer sana tiene una tolerancia menor al esfuerzo físico. Es conveniente realizar un ejercicio moderado. No se recomienda la práctica de deportes violentos, de competición o que causen fatiga. Se recomienda especialmente la natación, ejercicios para fortalecer la musculatura pélvica y dorso-lumbar como el pilates, el yoga y caminar con calzado adecuado. Casi todas las mujeres pueden y deben hacer actividad física durante el embarazo ya que la actividad física regular podría:
También existen algunas pruebas de que la actividad física podría reducir el riesgo de problemas durante el embarazo como la preeclampsia (presión arterial alta durante el embarazo), reducir la duración del trabajo de parto y la recuperación posparto, y reducir el riesgo de necesitar una cesárea .
Si estabas activa antes de quedar embarazada, es posible que no necesites cambiar tus hábitos de ejercicio, ya que la mayoría de las mujeres necesitan la misma cantidad de actividad física que antes de quedar embarazadas. Trata de hacer al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica de intensidad moderada. Las actividades aeróbicas, también conocidas como actividades de resistencia o de cardio, usan los grandes grupos musculares (pecho, piernas y espalda) para acelerar la frecuencia cardíaca y la respiración. Caminar a paso ligero es una forma de actividad aeróbica.
Viajes
Los viajes en general no están contraindicados. No es aconsejable realizar viajes a lugares con escasos servicios sanitarios. Hacia el final de la gestación debes evitar los viajes largos. No están contraindicados los viajes en avión.
Si necesitas realizar algún viaje, escoge el medio de locomoción más cómodo. También es aconsejable realizar pequeñas pausas durante el viaje (cada dos horas aproximadamente), con el fin de pasear un poco y favorecer la circulación sanguínea sobre todo de las piernas y evitar periodos prolongados de ayuno.
El cinturón de seguridad en el coche, debe ir abrochado sea cual sea la fecha de la gestación. La ausencia de cinturón no sólo aumenta el riesgo para la madre, sino que multiplica por 2,8 la mortalidad fetal en caso de accidente de tráfico.
Relaciones sexuales
Si tu embarazo cursa con normalidad no es necesario modificar o interrumpir tus hábitos sexuales, siempre y cuando no resulten molestas para tí. Cuando el vientre comienza a crecer, el coito en la postura clásica puede resultar incómodo; si es así, puedes adoptar posiciones que te resulten más cómodas. Deben evitarse las relaciones sexuales cuando existe hemorragia genital, amenaza de parto prematuro o rotura de la bolsa de las aguas.
Tintes para cabello, fotodepilación y tratamientos de spa.
No hay evidencia de efectos teratogénicos en las mujeres embarazadas expuestas profesionalmente o por utilización personal a tintes para el pelo. En estudios con animales, con dosis 100 veces más elevadas que lo que normalmente se utiliza en una aplicación humana, no se observaron cambios significativos en el desarrollo fetal. Aun así, pueden actuar como disruptores hormonales y sería prudente esperar para teñir el cabello hasta después de las primeras 12 semanas o tercer mes del embarazo, y además se debe utilizar guantes, mantener el tinte el tiempo mínimo, aplicar en un lugar bien ventilado, enjuagar el cuero cabelludo una vez aplicado el tinte. Otros aspectos a destacar son: aplicar solo en mechones de cabello o probar tintes vegetales puros semi-permanentes, como la henna.
Los láseres de depilación penetran entre 4,5 y 5 milímetros como máximo dentro de la piel, por lo que es muy difícil que se produzca afectación del desarrollo embrionario en estas circunstancias. No obstante, no hay estudios que evalúen la exposición y seguridad de la fotodepilación con láser en mujeres gestantes o en periodo de lactancia.Además se ha de tener en cuenta que el embarazo, por el importante cambio hormonal, puede afectar a las características habituales del cabello haciendo que este responda de manera diferente e impredecible a la coloración habitual del cabello, crecimiento del vello o producir zonas oscurecidas en la piel (por niveles de melanina superiores en la gestación)
Durante el embarazo la mayor parte de los profesionales recomiendan no acudir a SPAs durante los 3 primeros meses, periodo crítico de formación del feto, y durante los cuales el embarazo es más inestable y mayor el riesgo de aborto. Posteriormente, se podrían recibir tratamientos suaves, tipo masajes de drenaje linfático, circulatorios en las piernas, relajantes, etc, evitando los chorros violentos de agua sobre el cuerpo, especialmente el abdomen, no realizando cambios bruscos de temperatura, ni permanecer excesivo tiempo en lugares calientes, ya que eso provoca que la tensión arterial caiga, pudiendo producir mareos y desmayos.
Fuentes: